Stigma es una letra del alfabeto griego hoy en día extinta. Aúnque etimológicamente significa “marca de hierro incandescente”, son muchos los campos del conocimiento humano que han utilizado esta palabra para fines distintos: la biología, la sociología, la religión y el cine, entre otros. No puedo evitar relacionar esta palabra con un cierto misterio. Me recuerda a una señal, tal vez casi imperceptible, que conecta con las profundidades del ser humano occidental, con aquello ancestral e innato –o que al menos parece serlo–, como por ejemplo, oír (sin escuchar) la melodía de un reloj antiguo.
Pequeña fantasía para orquesta sinfónica